Cambios drásticos fueron los que
vivió Alan Pulido durante su estancia
en México, y ahora vuelve a Grecia feliz después de haberle pedido matrimonio a su novia.
A finales de mayo, Alan Pulido y su novia, Ileana Salas,
vivían uno de los peores días de su vida, ya que el jugador había sido
secuestrado en su natal Tamaulipas, pero hoy, un mes después de aquellos
hechos, decidió darle la vuelta a todo y comenzar una nueva etapa junto a su
novia, a quien antes de volver a Grecia le
pidió matrimonio en Monterrey.
El
jugador del Olympiacos FC
rentó la terraza de un lujoso hotel en Monterrey con una vista impresionante
para pedirle matrimonio a su novia, además
hizo un camino de rosas, puso velas en cada rincón del lugar y hubo fuegos
artificiales.
Platicamos
con la regia y esto fue lo que nos contó:
Ileana Salas, viviste unos días muy
intensos, ¿cómo están?
Bien, gracias a Dios, Alan Pulido y yo estábamos un poco
estresados por todo lo que pasó, pero no quiero hablar de eso porque ya lo
dejamos atrás y bueno, dicen que de todo lo malo siempre pasa algo bueno, y
ahora estoy muy contenta por haber vivido un día maravilloso antes de irnos de
México.
¿Cómo
les va en Grecia?
Él está en pretemporada, pero ya
estamos aquí y más relajados, nos ha servido estar alejados de las personas que
nos pudieran hacer daño y juntos hemos superado todo. Estas situaciones siempre
ayudan a reflexionar...
Así es, tu vida pasa en un segundo
por tu cabeza, no sabes qué va a pasar, pero gracias a Dios la vida nos dio una
segunda oportunidad; físicamente no nos pasó nada, pero psicológicamente vamos poco
a poco, apoyándonos con la familia.
¿Ahora
valoras más?
Sí, y en todos los aspectos, lo
que es la vida, las personas que tienes cerca... Muchas veces queremos vivir por
vivir, y esto nos ayudó a replantearnos qué es lo que queremos y hacia dónde vamos.
¡Y
van directo al altar!
(Risas.) Fue un cambio muy
drástico, de estar preocupados a la felicidad absoluta; la verdad, no me
esperaba lo del anillo, sin duda fue uno de los mejores días de mi vida y estoy
agradecida con mucha gente, sobre todo por verles la cara de felicidad y no de angustia
a las mismas personas que estuvieron con nosotros.
¿Cómo
fue la pedida?
Estábamos en Monterrey, y una
noche me dijo que iríamos a cenar con unos amigos; entramos al lugar y
supuestamente no habían llegado, entonces cenamos para hacer tiempo, después le
entró una llamada y me comentó que iría a buscarlos a la terraza del edificio.
A los pocos minutos me mandó un mensaje para decirme que subiera, que estaban
ahí.
¿No
se te hizo raro?
Para nada, nunca sospeché;
subí, se abre el elevador y lo primero que veo es el camino de flores y velas,
hasta ahí fue cuando lo imaginé. Había cámaras y Alan enfrente; cuando llegué a
él me dijo que quería toda una vida conmigo, y después de varias palabras se
hincó y me pidió que me casara con él.
¿Qué
hiciste?
Estaba muy nerviosa, temblando,
a punto del llanto, fue un momento muy lindo, le dije que sí, y cuando lo
abracé empezaron a salir familiares, amigos y ya no pude aguantarme las ganas.
Pasé a la felicidad total.
Fue
algo planeado...
Él ya lo pensaba hacer, sin
imaginar lo que se cruzaría, y esto me demuestra que podemos contra todo y todos;
tenemos juntos seis meses, se oyen poquitos, pero con lo que hemos vivido desde
el día uno, y la manera en que llevamos la relación, nos conocemos y llevamos
bastante bien.
¿No
fue difícil llevar una relación a distancia?
Desde un principio sabía que
iba a ser un poco difícil, pero lo visitaba y trataba de estar un tiempo, a
veces un mes, por apoyarlo, y lo haré siempre, donde él decida estar, porque es
lo que más le gusta hacer.
¿Ya
tienen fecha?
Estamos planeando todo, tengo
que ver fechas disponibles por sus temporadas y vacaciones; nos tenemos que
casar en Grecia también porque voy a vivir aquí con él. A partir de eso ya veré
todo en Monterrey.
¿Qué
le dices?
Él sabe perfectamente que es el
amor de mi vida, lo amo y le agradezco a Diosito por tenerlo en mi camino,
porque me ha enseñado mucho, me ha hecho valorar y siempre estaré dándole mi
apoyo incondicional.
¿Qué
opinas de la gente que los ha juzgado?
Nunca la vas a tener
contenta y es desgastante estar dando explicaciones o convencerla de lo que pasó
en realidad, pero que crean lo que quieran, es respetable, yo jamás le desearía
a nadie lo que nos pasó.