Sergio Pérez, el piloto de la
escudería Force India fue el elegido por su hermano, Antonio, y su cuñada,
Ileana Jazo, para acompañar a su única hija en su primer sacramento. «Checo» Pérez ha dejado por unos meses
su mono de corredor para vestirse de traje y subir al altar por un motivo muy
especial: bautizar a su primera y única
sobrina, Antonella. La pequeña, fruto del matrimonio del hermano del
piloto, Antonio, e Ileana Jazo, es la primera nieta de la familia, por lo que
la pequeña los tiene a todos enloquecidos. «Toño» —como le conocen de cariño— e
Ileana definieron la fecha del bautizo en torno al calendario de la Fórmula 1,
para que de esta forma Sergio
pudiera estar presente y reunir a toda la familia.
En
una ceremonia muy emotiva, Antonella fue bautizada en el Templo San Juan
Macías, la iglesia en la que se casaron sus papás y con el mismo sacerdote, el padre
Oriol, oficiando la ceremonia. Acompañando al padrino de lujo, la madrina fue
la hermana de la mamá de Antonella, Julia Barón Dosal. Tras la misa, alrededor
de 150 invitados celebraron a la pequeña, todo organizado por los «party
planners» Buby y Nelson, con comida mexicana, música de mariachi y «disc
jockey», alargando la fiesta hasta las tres de la madrugada. Tras unas
merecidas vacaciones, el piloto ha comenzado ya su primera semana de
entrenamiento, todavía en tierras mexicanas, antes de volver a Suiza para
continuar con el circuito de la Fórmula 1.